Hoy, me he despertado, aunque si para despertarse, antes se debe dormir, no fue así… A mi lado, en el que podría a ver sido un apacible lecho para soñar, descansaba una carta, escrita de mi puño y letra, para ella, para Airam, mi mayor Musa…Y decía así:
“Perdóname, te he perdido, sin poder evitarlo. Perdí tu confianza, tu voz, tu inspiración, tu compañía, tu amistad, tu aliento de vida; tu sonrisa…Todo por un maldito error. Todo por mi maldita mente. Todo por no creerme, más la culpa no es tuya, como creer a un pusilánime como yo, como creer a alguien, que carece de memoria cuando es precisa. Te pido perdón, pero es sabido que no elegí esta maldición, aunque la merezca por lo que osé hacer en un pasado que cada vez esta más lejano, y que a pesar de los muchos recuerdos que pierdo, o que se emborronan en mi mente, ese sigue tan nítidamente gravado como al día siguiente de haberlo cometido. Nunca tuve la pesadilla de poder perderte, te convertiste en la persona más importante para mi; se que nunca te lo dije, pero fue por miedo a la interpretación del amor que te profesaba, y te profesare siempre. Es como, con un ejemplo pobre, si yo fuera Louis(Entrevista con el Vampiro) y tu la dulce Claudia, daría todo lo que tengo y más por ti, por tu felicidad, por tu alegría, por proteger tu sonrisa. Sin duda, el día que te conocí supe que eras ella, el ángel que Maria, mi ex, me había prometido en su lecho de muerte, el ángel que prometí nunca perder y nunca permitir que le pasara nada malo. Pero falte a la promesa, te perdí, y todo por una maldita cefalea en racimo. Todo por una estupidez, que me costo lo que más amé y amaré… Espero que alguien te cuide, y te proteja como te mereces, sin duda eres un ángel, una musa, y una alegría con vida…Perdóname, si pudiera contarte el secreto por el cual no me crees, te lo contaría, pero no puedo…”
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